Honda está retirando del mercado más de 115,000 camionetas Ridgeline para abordar un problema que afecta a quienes realmente usan sus camionetas para hacer cosas con camiones. De acuerdo con el aviso de la compañía a la NHTSA, abrir y cerrar la puerta trasera en los modelos Ridgelines 2017-2019 puede dañar un arnés de cableado que lleva la señal de la cámara retrovisora, dejándolo inoperable.
El problema surge del blindaje inadecuado de los cables en el arnés de la cámara de visión trasera (RVC), según el aviso de defecto de la compañía a la NHTSA. Un tubo corrugado protector rodea los cables y se asegura con una abrazadera. En algunos casos, dice Honda, es posible que la abrazadera no mantenga la cubierta protectora en su lugar (o que no haya suficiente tubería para proteger la longitud expuesta del cable). De cualquier manera, puede desgastarse, quedar expuesto y romperse. Los informes del campo de cables dañados o rotos comenzaron a llegar a Honda ya en 2018.
Es posible que a algunos clientes que experimentaron este problema fuera de garantía se les haya cobrado una reparación. Honda dice que reembolsará a esos clientes y reparará los camiones cubiertos por el retiro sin cargo. Las notificaciones a los propietarios deberían circular a partir de enero.
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